Ella apaga el reloj y mira otra vez la foto. Calienta el agua para desayunar. A través de la ventana, distingue la torre en el horizonte. Alista su abrigo.
Sale y cuando va a cruzar
la calle, percibe su mano sobre el hombro. Él la rodea y la besa, como aquella
vez. Siente que la espera terminó.
El silbido de la
tetera la despabila. No. Nunca volvió. Sus ojos se nublan. Abre la ventana para
aspirar el frío. Ya fue suficiente. Toma el portarretrato y lo estrella contra
el suelo. Piensa: “París no es la misma de entonces. Yo tampoco”.
Marzo /2025
Publicado en la Antología Internacional 2025 "Brevísimos Microcuentos" de Ediciones La Retórica


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